FUENLABRADA - CHINCHÓN - FUENLABRADA (102 KMS)

- Punto de partida y llegada: Fuenlabrada (Madrid)
- Pueblos de paso: 
- kms de la ruta: 101,84 kms

- Tiempo de la ruta: 6:32:19 h                                    - Tiempo de pedaleo: 5:39:13 h

- Velocidad media en movimiento:  17,84 km p/h      - Índice IBP: 79 BYC (Dura)
- Velocidad máxima sostenida:   48,70 km p/h           - Índice IBP fit: 45

- Desnivel de subida acumulado:  826,44 m               - Desnivel de bajada acumulado: 852,65 m

- Biker:  Roberto, Julián, Alberto y Ángel (elchatanga).

- Fecha:  13 de Marzo del 2016

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     Después de no poder asistir el día anterior a la 3ª kedada de mis amigos los Bikercarrileros por tener unos compromisos, hoy no podía dejar escapar la oportunidad de salir con el buen tiempo. Como siempre todo colocado desde el día anterior y sólo quedaba picar algo antes de salir. Llevaba cerca de mes y medio sin salir fuera de mi entorno a pedalear y tenia unas ganas tremendas de juntarme con mi hermano. Se preveía una ruta larga, como así ha sido. 

     Minutos antes de las 7:45 ya me encuentro en Fuenlabrada, lugar elegido para salir. En mi transcurso hasta aquí, había visto el reloj del coche a una temperatura de -2 grados pero al llegar ya ya era de 1º. En breve llega mi hermano Roberto y viendo aparcar a Alberto recibimos una llamada de Julián que nos indica que ya sale. Vaya horitas de llegar (menos mal que luego con sus dotes encima y debajo de la bici nos lo ha recompensado, jajaja). Después de los correspondientes saludos, a eso de las 8:10 comenzamos la aventura. Eran 3 bicis de 29" y la mía de 26" las que comenzaban a bajar por la calle de la Constitución, entre un P.I. para coger el camino bajo de Getafe y girar a la derecha por la Vía Pecuaria de Cañada de Recueros. El frío se dejaba notar bastante y pese a estar tapados hasta las orejas, no sobraba nada. Poco tiempo estamos pedaleando por la Cañada y dado que esta se acababa metros mas adelante, giramos a la izquierda por un semisendero bordeando unas cañas para salir entre una alambrera abierta a otro P.I.. 

El recorrido nos obliga a pasar por un puente peatonal para atravesar la A-42 y seguir el curso del Arroyo del Culebro. Unas veces por un lado y otras por el otro. Breve carril bici que tomamos ahora para adentrarnos en un pequeño pinar del cual salimos por una carretera sin transito, para cruzas el arroyo por ultima vez entre sus cañas por un paso muy reducido. El camino ahora se ensancha junto a la depuradora para dejarnos charlar un rato. Una zona donde los conejos han tomado como habitat suyo. 

     Ahora estamos ya cerca de la R4, para lo cual Roberto se las ingenia y nos lleva a pasar por unos tubos de desague de esos que me gustan, teniendo cuidado con las cámaras porque habìa el espacio justo para pasar montados. Estamos ya en un P.I. de Pinto por el que ciclamos por sus calles con toda tranquilidad y pasando después al otro lado de la M-506 para hacer apenas 1 km. El cuenta marcaba sólo 12,3 kms y estábamos bordeando Pinto. A nuestro lado estaban las vías del tren, donde antes de remontar una cuesta para subir al puente que nos llevaría al otro lado, Julian tiene el primer leve percance del día sin importancia alguna. Un terreno un poco en mal estado donde si te lo conoces bien subes, pero si vas de nuevo y con el cambio cambiado, te quedas en medio. Unos 2 kms después, y sin apenas darnos cuenta, nos encontramos en la parte de atrás del Centro de El Corte Inglés de Valdemoro. Aquí, y tras coger el camino de Bayona, enlazamos con el camino hondo que nos lleva a salir al camino Valtijarejo en el Monte de Valdemoro. Una zona conocida por mí del año pasado. 

     Entramos de lleno en nuestras primeras cuestas de inportancia de la ruta. El ritmo era bueno e íbamos juntos en todo momento. Subidas que te ayudaban a calentar del frío matutino y bajadas rápidas que hacían que las piernas no estuviesen ya entumecidas. Enlazamos ahora con el camino viejo de San Martín, donde en la bajada tengo que rectificar mi trayectoria haciendo lo que más me gusta que es el campo a través, para meterme de nuevo por la izquierda en el sentido que debíamos tomar. 

Pasamos por la plaza de San Martín de la Vega, callejeando para tomar el camino junto al Río Jarama que nos conduciría durante algunos kms hasta el paso por la M-506, ya que este es el único por el que podíamos acceder al otro lado. Hasta aquí nos hemos encontrado con bastantes bikers que ciclaban en sentido contrario al nuestro y tan sólo con uno que nos pasó con algo de prisa, jajaja. Llevaría frío.

     Después de pasar el puente, y tras unos breves segundos de decidir por donde tirar, nos animamos a ir en busca del tan mentado Pingarrón. Yo había subido el año pasado por la urbanización, y me tocaba ver esta subida que todo el mundo dice que es durilla. Poco a poco podíamos ir contemplando la montaña a nuestra izquierda con sus nidos de ametralladora y con su insinuante altitud que nos llevará durante varios kms a Alberto y a mí a ir pensando en que nos esperaría. 

     Entramos ya en la previa de la subida y decido hacer una pequeña parada para liberar. Y ahora sí, comenzamos a subir el Pingarrón donde se notaba que había pasado la máquina, puesto que según Rober y Julian antes estaba peor. Cada uno a su ritmo va emprendiendo la ascensión y me noto a gusto pedaleando. No te exige mucho por lo que subo en plato mediano y tampoco es tanto como había oido. Casi prefiero por dureza la subida de la urbanización. Al final me ha parecido una subidita que tiene mas nombre que dureza. Se quedó en Pinga y el rron se fué. En lo alto hacemos una parada para repostar algo dándonos cuenta de que ya habíamos entrado en calor. Retomamos nuestro "paseo" por un camino ancho que nos lleva a girar a la derecha tomando el camino de la Jara alta.

     Un descenso que comenzamos entre pinos para bajar a velocidades cercanas a 60 km p/h, eso sí, con cabeza puesto que cualquier calculo en las curvas a esa velocidad te podía llevar a saltar a la nada, es decir, por el barranco de la Jara. Al llegar abajo y tras cruzar una carretera, entramos en el camino de San Galindo. Un camino famosillo en el ambito de los ciclistas por esta zona. Estábamos ya en la zona de Monte previa a llegar a nuestro destino, donde por conversaciones que Rober había tenido con gente del lugar, le habían aconsejado ciclar por el camino del Corral del Calvo que era mas llevadero que tener que ir sorteando sendero tras sendero por la zona. Eran muchos kms y eso teníamos que tenerlo en cuenta. Apenas llevábamos medio km en él cuando Alberto tras haberse metido en una de las pocas rodadas que había, se intenta salir frenando para no caerse y Julián que llega por detrás impacta contra él, con tan mala fortuna (no resulto ser casi nada) que se rompió la palomilla que hace de cierre en el eje delantero pero sin llegar a soltar la tuerca. Esta se quedó loca pero sin soltar la rueda. Le hice un apaño de emergencia con una brida de esas que solemos llevar para "por si acaso" y andando. Estábamos metidos en un valle y había que salir de el por algún lado. El terreno comienza a cambiar delante de nosotros y en breve ciclamos por encima de las piedras del camino, donde a lo lejos, por ir destacado delante, vemos como Rober tras calcular mal la subida entre la zona de piedras, da con sus huesos en el suelo. Sin importancia tampoco. Unas risas y ya vemos por donde no podemos subir, jajaja. Consigo sortear a todos y llego arriba sin tener que poner pie a tierra. Tras para a reagruparnos y comentar la juegada, llega Julián para decirnos que le parece que el cambio no le va bien. Mecánica rápida y vemos que puede ser el desviador cuando se cruza la cadena. Pues a no cruzarla y continuamos.
     Ya divisábamos nuestro destino, aunque todavía nos encontraríamos con 2 subidas mas para completar. La Cuesta de la Balquina nos lleva a una de las partes mas elevadas de Chinchón, antes de dejarnos caer por la zona peatonal junto a la Iglesia. 

   

     Y entramos ya en la Plaza Mayor del pueblo, tan emblemática y donde a estas horas (son casi las 12 del mediodía) se nota cargada de gente. Sus terrazas a medio montar, sus balcones esperandonos, hacen de esta plaza uno de los lugares más bonitos. El cuenta marcaba 55,5 kms, por lo que podíamos imaginar que estaríamos rondando las 3 cifras al final. Aprovechamos para descansar durante poco mas de 15 minutos, que nos han venido bien. En un primer momento el recorrido trazado por Roberto nos llevaba hasta Aranjuez para coger la Renfe, pero dado que sólo íbamos 4 bikers y encima con fuerzas todavía, habíamos decidido volver hasta el punto de partida. Para ello teníamos cargado otro track, por si acaso. Julián y yo no dudamos en activar los "cacharros" para la vuelta. Comida después, partimos hacía la zona baja del pueblo, saliendo por la carretera hasta poder adentrarnos en el camino a seguir. Este, tampoco nos hizo esperar y a escasos 700 metros nos esperaba ansioso porque ciclásemos por encima, jejeje. 

     Enlazamos una bonita y rápida bajada que nos lleva a pasar el Arroyo de Carcavillas. Terreno el cual estaba plagado de Olivos y viña. Un terreno con sube y bajas pero por caminos anchos nos llevan a pie del camino de Titulcia, donde, por seguir el recorrido que hicimos el año pasado, hemos obviado al gps, teniendo que dar la vuelta metros mas adelante para seguir el buen camino. Entrando por el valle de Calabezas, transitamos cuesta abajo junto a una valla que delimita el camino, donde Alberto que va delante mía va tal cual conejo pegando brinco tras brinco. Y eso que decia que no estaba para hacer la distancia. Pasamos entre una urbanización y salimos a la carretera M-320 por la que nos toca ciclar, irremediablemente y muy a nuestro pesar, hasta la entrada del pueblo de Titulcia. 

     Nos desviamos para pasar por el famoso Puente de Bayona sobre el Río Jarama. Hoy cortado al tráfico rodado y con sólo uso de ciclistas y paseantes debido a su escasa anchura. Y en breve nos vemos pedaleando por otro tramo de carretera, esta vez mas largo para llegar a la rotonda de entrada al pueblo de Ciempozuelos. Lugar por el que habitualmente pasan gran cantidad de ciclistas de carretera. A parte también de ser el único sitio recto, creo, para llegar de un punto a otro. Se necesitaba un carril bici para poder transitar sin peligro, pero este es otro tema que hoy no voy a entrar. 

     El ritmo del último tramo a sido vivo y casi a alguno le pasa factura. Nos desviamos ahora para tomar el camino que sube por la vega junto al Arroyo de la Cañada, casi en paralelo a la linea del tren y donde hacemos una parada para tomar fuerzas. Julian se resiente un poco de la dichosa rodilla pero se le pasa enseguida y continuamos nuestra aventura. Este camino es muy transitado por gente que baja corriendo desde Valdemoro hasta Ciempozuelos, a la vez que para ciclistas que debido a su sencillez pueden pasar un rato de pedaleo tranquilo. Entramos ya en el tramo que compartiríamos tanto de bajada como de subida pero que de este lado se nos hizo más monotono. Tanto es así que en un momento dado Alberto tiene un amago de "latigazo" en las piernas y paramos para estirar un poco. A todo esto Julian no se da cuenta y continua en solitario pese a las voces que le hemos dado, jajaja. Al final se dió cuenta y nos esperó unos metros mas adelante. Que creo que fueron bastantes, jajaja. 

Luego el recorrido ha sido calcado al de la ida pero con una variación al final para no tener que subir un desnivel algo mas elevado en la entrada a Fuenlabrada. Al final muy cerquita de los 102 kms y con una sensación mía muy buena pese a haberse adelantado esta ruta de las 3 cifras. Alberto pasó su marca personal. Julián pese al constipado y a las artes encina de la bici que nos ha demostrado en todo el trayecto, ha llegado bien. Y que decir de Roberto, mi hermano, pues que cada día está más fuerte y ha llegado sin despeinarse, jajaja. Esperamos que esta cienkilometrica ruta halla sido la primera de muchas mas que compartamos. Agradecer a todos su compañía, porque sin ellos esto hubiese sido muy aburrido. NOS VEMOS EN RUTA.

Así lo vio Roberto "El Trámites": Fuenlabrada - Chinchón - Fuenlabrada 102 kms